jueves, 30 de agosto de 2012

El mundo de las bibliotecas digitales (1)

El término "biblioteca digital" puede tener distintos significados para distintas personas. Muchas veces, se considera a la biblioteca como un edificio silencioso donde se conservan libros. Para los bibliotecarios, es más que eso, pues es una institución que hace posible la preservación, colección y organización del material de que dispone, así como el acceso al mismo (el material bibliotecario no solo lo conforman los libros sino que el término abarca una serie de objetos de distinta clase, como obras de arte, grabaciones de audio, filmes, y mucho más). Asimismo, los investigadores valoran a la biblioteca porque ven en ella a una red que les permite acceder al conocimiento del mundo. Lamentablemente, entre los estudiantes universitarios de ciencias y tecnología se va incrementando la idea de considerar a la biblioteca como si fuera un remedo de la Web, a la que consideran equivocadamente como la biblioteca máxima.

No se trata de una "biblioteca digitalizada", que nos lleve a pensar que los días de los libros de formato físico culminen cuando se lleve a cabo su digitalización masiva. No es un simple proceso de digitalización el que concierne únicamente a la biblioteca digital, sino una nueva manera de abordar el conocimiento (preservándolo, recopilándolo, organizándolo, difundiéndolo, y permitiendo su acceso). En resumen, la idea de una biblioteca digital es lejana a la desintegración de las instituciones existentes y a la idea de colocar todo en una caja electrónica.

Entonces, ¿cuál sería una buena definición de biblioteca digital? Pues, en palabras de Witten (2010) una biblioteca digital se define como "una determinada colección de objetos digitales, que incluyen texto, video y audio, así como métodos de acceso y búsqueda, y de selección, organización y mantenimiento de la colección."
De acuerdo con esta definición, también el usuario como el bibliotecario tienen funciones compartidas en el proceso de información, en lo que refiere al acceso y la búsqueda, para el primero; y la selección, organización y mantenimiento, para el segundo. Asimismo, es posible ampliar la noción de objeto digital para incluir objetos 3D, simulaciones, realidad virtual y mucho más.








WITTEN, Ian H., David BAINBRIDGE y David M. NICHOLS
 2010   How to build a digital library. Segunda edición. Amsterdam: Elsevier, Morgan Kaufmann.

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